Ir al contenido principal

reina sin reino

 El río de lágrimas, lágrimas de almas olvidadas cdonde ella se baña. La reina de un palacio vacío, la reina de la soledad, de los olvidados.

Acuna a la nada entre sus brazos, con su voz traza un sonido primitivo, gutural, que dibuja la tierra donde está enterrada su corona.

Una reina sin corona, un pájaro sin alas. 

Grita.

Nadie la escucha. 

Su pueblo invisible ruje entre los escombros. Su vida es un jardín en ruinas oculto en su memoria y con cada mechón que se arranca pide el deseo de desaprender lo aprendido.

Todo se tambalea y le produce náuseas.

Esa constante sensación de vértigo que avecina el precipicio por el que se lanza cada noche. El retrato el insomnio con el rostro de lo innombrable. 

Vuelve a ocultarse entre la niebla, en ella siempre es niebla, siempre es borroso y de sus entrañas solo se entrevee un pequeño pájaro.

Soy una extraña dentro de un cuerpo de tela que cosió otra extraña y rellenó con lágrimas de cristal que cortan. 

Soy una extraña en un cuerpo con mil remiendos mal hechos por mil extraños creyendo saber coser cuando solo clavaban sus agujas. Una extraña con mil identidades para los mil extraños que conoce. 

Muñeca de trapo reina de un reino de sombras.

Muñeca de trapo busca sus sentimientos de vuelta y suplica a aquellos que la encuentren que se los cosan entre las grietas para tenerlos a flor de piel y sentirse por fin margarita.

Arráncame los pétalos y acaba con esto.

La respuesta siempre será no.

Comentarios

Entradas populares de este blog

paraguas amarillo

Las que fui, la que soy y quien seré se unen para quererte en este instante que nunca acaba y siempre vuela. Cuando tu mirada se cruza con la mía nace una ilusión, tan pequeña, tan huidiza y frágil como mi corazón y la guardo en mi sonrisa para que no se marchite y la protejo entre tu mano y la mía para que se fortalezca y la encierro en estas palabras para que viva. Me acerco a ti con la inocencia que creía ya extinta en mi corazón y encuentro en tu abrazo un hogar entre todo este naufragio. El mundo se detiene y solo escucho tus latidos y sé que la guerra se terminó, en ti solo hay paz. Cuando te miro me vuelvo creyente; creo en nosotros, creo en los milagros porque eres, porque existes, porque estás y te abrazo con fuerza para comprobarlo, te enredo en mis labios para creerlo, te acaricio para sentirlo; y suspiro porque aún no me explico esta buena suerte y me aferro a ti para asegurarme de que eres real y me sorprendo siempre de que lo seas. El mundo deja de ser un puzzle, un pr...

Los juegos de azar

Me pasé la vida huyendo de espejos y miradas,  perdiendo la vida en cada verso,  palabra o reflejo donde alguien siquiera entretejiera mi nombre. Ahí,  cómodamente en la penumbra, se alimentaba un vacío  casi tan grande como yo misma donde un día,  sin aviso,  solo quedó de mí una sombra Aún con todo, la vida a menudo me recordaba  que yo siempre jugaba con el corazón mientras que el resto solo apostaba monedas. Pero esto no se trataba de un juego de azar y yo sabía (y sé) que quiero todo o nada. 

Fecha de caducidad

Los cambios necesitan tiempo, pero yo siempre he sido de correr.  Del latido apresurado, de la respiración frenética, de los labios moviéndose antes de racionar o reaccionar.  Quieren apuñalar mi arte. Eso lo sé. Lo he visto en cada minuto que desperdicio en esta pantalla.  Los veo detrás de los algoritmos y el consumismo.  Miro a mi alrededor y todo son matojos que nunca llegaron a florecer.  Las horas perdidas se acumulan en el estanque donde chapoteo por intentar recuperar mi imaginación. Encerrado está el tiempo consumido e irrecuperable que nunca llegué a palpar. ¿Es realmente un robo si yo dejé que abrieran mi hogar y lo decoraran como ellos imponían? Pero de alguna manera siento que así es. Que esa sombra sigilosa se instaló en mi cabeza y clonó los pensamientos del exterior.  Me quieren dócil tras la pantalla. El mundo sigue aplaudiendo a ideas vacías y sin contenido que se repiten una y otra vez.  Noto a las almas derretirse en el sofá, mientr...