Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de junio 2, 2019

pérdida

Reposas ya sobre paz. Tus ojos de luz ya no contemplan esta vida, ni tus firmes manos me sujetan para alcanzar al futuro,  ni tus abrazos curan heridas, porque los fantasmas no sanan, solo escuecen. Y camino entre patios de colegio, y toboganes donde una vez reí y ahora me balanceo entre columpios sollozando. La infancia, ese parque de juegos sin finalizar, ese lugar refugio que ya no, ya nunca. Y repito una y otra vez como una canción enfermiza que hace sangrar a mis tímpanos que tú ya no, ya nunca, ya solo recuerdo. Sigues siendo mi diente de león y mi estrella fugaz. Pero también mi herida sin cicatrizar. ¿A dónde van las almas? La mía murió aquel 13 y vaga perdida entre la gente sin lugar a donde ir, sin nadie a quien aferrarse. Estoy en medio de una tormenta y no puedo ver entre el caos, no puedo respirar, no puedo vivir. Tu recuerdo es como una puñalada y llevo sangrando dos años. No sé cómo termina el cuento o si alguna vez empezó, pero...

Ausencia de un amor

Las gaviotas me trajeron tu recuerdo. Vivo en esta constante sensación de vértigo que me causa tu ausencia; lanzarme al abismo es dejarte ir, pero quedarme a los pies de este; magullada, rota, desesperanzada me atormenta cada día más. Acaricio con mi alma tu fantasma, plagado de nostalgias, contaminado por un futuro del que sabemos muy bien su final. Camino con pies descalzos en busca de un escondite donde pueda vivir sin traerte a mi memoria, donde nosotros no existamos, donde la herida al fin cicatrice. Encontrar un lugar donde el cielo no me traiga de vuelta al pasado, donde nuestras pisadas se difuminen, donde el viento no resuene como tu risa burlándose de mí; maltrecha, desechada, precipicio. Donde el mundo solo sean átomos y no un pretexto para dibujarte en mi cabeza a cada latido y romperlo con tristeza al siguiente para sentir que así mitigo el dolor. Todos mis pedazos te buscan entre las gentes, entre el ruido, entre las sombras. Mi...