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Mostrando entradas de febrero 2, 2020

Humo de rosas

Y de nuevo, el viento quema y mis pulmones arden. Mis manos son humo que envenenan los cuerpos de gente amada y corazones donde soy extranjera. Trepan por mi columna vertebral pequeñas nostalgias, se agarran a los engranajes de mi cuerpo. Sentirse otra en otros brazos y creerse mil animales diferentes en cada cuerpo con el que me rozo. Un cordero, un tigre, un gato, un lobo. Pequeños trozos de mí precipitan en las lágrimas de rostros que jamás conoceré. Siluetas que mi voz conoce, pero mis ojos no, mi alma no, que mis manos saben, trazan, dibujan, envuelven, pero también quiebran y mis pies pisan. Y entonces mis brazos envuelven a personas que ya no son personas, solo figuras, ideas, constelaciones iluminadas por recuerdos muertos. Consumo el tiempo como cigarros cuyo humo empapa de nostalgia las habitaciones, las calles, los portales, los besos que di y los que no pude, las prisas, los desórdenes, la vida bocabajo. Mis sombras corretean en círculos ...

Aunque tú no lo sepas, de Luis García Montero

Como la luz de un sueño, que no raya en el mundo pero existe, así he vivido yo iluminando esa parte de ti que no conoces, la vida que has llevado junto a mis pensamientos... Y aunque tú no lo sepas, yo te he visto cruzar la puerta sin decir que no, pedirme un cenicero, curiosear los libros, responder al deseo de mis labios con tus labios de whisky, seguir mis pasos hasta el dormitorio. También hemos hablado en la cama, sin prisa, muchas tardes esta cama de amor que no conoces, la misma que se queda fría cuanto te marchas. Aunque tú no lo sepas te inventaba conmigo, hicimos mil proyectos, paseamos por todas las ciudades que te gustan, recordamos canciones, elegimos renuncias, aprendiendo los dos a convivir entre la realidad y el pensamiento. Luis García Montero.