Pequeños cristales. Pequeños cristales escondidos, desterrados y olvidados, pequeños cristales abandonados se unen en este punto, este pundo donde tu pulgar se une al mío, mis dedos encajan en los tuyos, nuestras líneas se entrelazan. Pequeños cristales, cristales que arañaban, cristales con formas y terrores atrapados que se liberan en ese punto. Ese punto de luz, ese punto de paz, de tranquilidad, de vida. Y nuestros cuerpos chocan, se arañan, se muerden, se sonríen, se viven. Pequeños cristales perdidos que se organizan, se unen, se fusionan, se despojan de lo que fueron, se visten de lo que serán. Se reúnen en gritos sordos, puntos de inflexión y todo se transforma, regenera embellece; los girasoles crecen, el 13 se transforma en 14 y ya no hay miedo. Nueva versión de cristales perdidos, perdidos y encontrados, muertos y revividos, rotos y unidos. Y ahora mírate en ellos, míranos. Forman un futuro, se han entrelazado y dibujan la form...
Abrirme las entrañas y vomitar lo que hay en ellas: eso es escribir para mí. Las palabras se dibujan en esta tierra esparcida de la que nacen mis sentimientos; a veces árida, a veces húmeda. Camina de puntillas por ella y cierra con delicadeza al marcharte, cuidado con los cristales.